Con inmensa preocupación, y dolor por docentes, auxiliares, familiares enfermos y
fallecidos, y por los niños enfermos, afirmamos que a un mes y medios del
regreso a la presencialidad la situación es crítica y empeora a cada momento.
Los gobiernos insisten con que las escuelas no son foco de contagio. Sin
embargo, ya hay al menos, 22 trabajadores de la educación fallecidxs en el país, cientos de denuncias de niñxs y jóvenes en edad escolar que han enfermado e incluso ya hay testimonios de familias que tienen niñxs hospitalizadxs. Solo en CABA, la cantidad de docentes, auxiliares y alumnxs aislados superaron los 1500, con 500 burbujas aisladas y al menos 10 mil personas afectadas (entre contagiados y contactos estrechos).
Hemos sido testigos de cómo a partir del 1 de Marzo, se dio un aumento en los
contagios de la franja etaria entre 10 y 19 años igualándose a la de los adultos y
adultos mayores, situación que no se había dado durante la primera ola. Pese a los
esfuerzos por negarlo, la correlación es clara.
Esto es gravísimo: debido a la vuelta a la presencialidad, son ahora lxs niñxs y
adolescentes quienes más están sufriendo el impacto de este recrudecimiento de la
pandemia, sometidos a la convivencia con otros, en espacios escolares que, todos
sabemos, no cumplen con las medidas básicas de cuidado... Seguir leyendo el documento en el link de descarga >>>
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