Acerca del Proyecto de Ley de Regulación de Restricciones Desde el colectivo Familias por un Retorno Seguro a las Escuelas venimos afirmando, desde enero de este año, que las condiciones para la presencialidad no están dadas, dado que la circulación viral nunca (ni siquiera en pleno verano) alcanzó cifras que permitieran cierta salvaguarda de la salud y la integridad de toda la comunidad educativa. Pedimos tiempo para conseguir un descenso sostenido de contagios (y, por ende, de internaciones y muertes); para avanzar en la campaña de vacunación, que debe incluir, como condición imprescindible, a las y los docentes de todos los niveles; y adecuación de la infraestructura de las escuelas para asegurar una correcta ventilación, distancia e higiene. Nada de ello fue atendido y nos encontramos ante una segunda ola autoproducida, que podría haberse evitado o atemperado si se hubieran tomado medidas de prevención y precaución adecuadas. En este sentido, la actitud del Gobierno de Caba (en las figuras de Larreta, Acuña y Quirós), que minimiza los contagios y las muertes, desprecia a sus docentes y descuida a nuestros hijos e hijas ha jugado un rol central en la experiencia de intermitencia, riesgo e incertidumbre a la que están sometidas nuestras infancias, en medio de una presencialidad mentirosa, con la anuencia del Poder Judicial. Además, notamos que, entre los años 2020 y 2021, se produjo un cambio drástico en el discurso del Gobierno Nacional, que flexibiliza las condiciones epidemiológicas aceptables para la presencialidad y que pone en riesgo a toda la comunidad. En efecto, los valores del indicador de incidencia admisible para la presencialidad han sido aumentados hasta límites inaceptables en cualquier país del mundo: Alemania, por ejemplo, sostiene un límite de 165 casos semanales cada 100 mil habitantes; incluso la SAP sostuvo en su informe un límite de 200 casos/14 días, cada 100 mil habitantes; cifra que el Proyecto de Ley duplica, sin ningún asidero epidemiológico, médico ni pedagógico). El aumento en la cantidad de camas de terapia intensiva producido desde 2020 hasta 2021 no bastará para mitigar el aumento exponencial de los contagios que se viene registrando, ni debiera ser usado como criterio para caracterizar una situación de riesgo. Las internaciones en unidades de cuidados intensivos y las muertes deben ser evitadas, y el único camino posible para ello es reducir sustancialmente la cantidad de contagios al tiempo que se inmuniza a un alto porcentaje de la población. La presencialidad escolar contribuirá de manera central a que sea imposible controlar el número de contagios. Creemos que esas modificaciones que impulsa esta Ley no responden al interés por la salud o la educación de nuestras infancias, sino a intereses económicos y políticos, que no cejan ante la enfermedad y que sostienen la premisa de que mueran quienes tengan que morir. No podemos acostumbrarnos al sufrimiento ni a la muerte; como comunidad exigimos que se respete y garantice nuestro derecho a la salud y a la vida. Adjuntamos los informes producidos por el Colectivo, que avalan nuestra perspectiva y nuestras propuestas.
SUSPENSIÓN DE LA PRESENCIALIDAD YA EN CABA Y EN GRANDES CONGLOMERADOS URBANOS CONECTIVIDAD, DISPOSITIVOS, DISPENSAS Y AYUDAS ECONÓMICAS Y ALIMENTARIAS A LAS FAMILIAS DURANTE EL TIEMPO QUE SEA NECESARIO PARA CONTROLAR LA CIRCULACIÓN VIRAL Y AVANZAR EN LA VACUNACIÓN FAMILIAS POR UN RETORNO SEGURO A LAS ESCUELAS
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